Dame chicha

EMAIL MARKETING

«Tú sabrás de lo tuyo, pero el negocio es mío y yo sé cómo funciona».

A veces te dicen algo así. La misma persona que te ha contratado. Que te ha contratado porque ha detectado una necesidad, porque sabe que tiene que mejorar justo ESE aspecto. A lo que casualmente TÚ te dedicas.

Es como si vas al peluquero. Vale, le dirás cómo quieres el corte, te pondrá el espejito para que te veas el cogote. Pero no le puedes pedir que te pase las tijeras. Aunque el pelo sea tuyo.

Ni en un restaurante puedes meterte en la cocina para darle «el toque final» a tu plato.

Ni decirle al seleccionador de fútbol qué jugadores convocar. Uy, perdón, eso sí se puede, que de eso saben todos los españoles.

Pero ya me entiendes.

Si quieres saber si mi propuesta funciona, tiene que ser MI propuesta.

Los contenidos son tuyos. Mi trabajo es hacer que lleguen más y mejor. Que vendan.

Tú dame chicha. Yo me encargaré de que hinquen el diente.

Nota: soy poco de carne y menos aún de fútbol, pero es que no se trata de lo que me gusta a mí. Ni de lo que te gusta a ti. Se trata de lo que les gusta a tus clientes.