Eso cómo se come
EMPRENDIMIENTO
Los valores, los principios, la ética profesional, el compromiso.
En fin, los consabidos MISIÓN, VISIÓN, VALORES...
¿Cómo se comen?
¿Para qué sirven? ¿Cómo se usan, cuánto duran, llevan garantía?
No me pienses mal, estoy hablando desde la perspectiva de la comunicación. Seguro que en su momento, cuando salió de alguna mente privilegiada del marketing empresarial, estuvo muy bien. Toda empresa tiene que definirse y mostrar sus principios.
Pero ahora dime: ¿alguna vez te has parado a leer esas cosas? ¿Por qué piensas que alguien se va a molestar en leer los tuyos?
Ponte en la piel de tu cliente. Sé cliente, como somos todos.
Porque si tal vez lo has leído en alguna web, no es porque te importe realmente el contenido (lo que te importa es que todo eso que prometen se vea en los resultados). Si acaso piensas quel a forma en que lo cuentan puede decirte algo de la empresa.
Por supuesto que son importantes, la ética profesional y los valores. Son fundamentales. Pero ¿qué mejor ética profesional y que mejores valores hay, que ofrecer el mejor producto posible? Con su buena atención y su seguimiento.
Lo de toda la vida, y que es tan difícil: predicar con el ejemplo, convencer con los resultados.
Es duro, sí, pero también gratificante. Y rentable.
Y, a diferencia de lo anterior, hay algo que sí interesa porque es único e irrepetible: tu historia.
Ángel González Palenzuela
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