Lo que damos por sabido
EMPRENDIMIENTO
Dar las cosas por sabidas.
En las campañas de venta, como en la mayoría de los aspectos de la vida, resulta poco rentable el «tengo experiencia, ya sé cómo funciona».
Cada caso es distinto. Las variables y condicionantes son tantos, que la única manera de saber qué es lo mejor, es ponerlo en práctica. Y, además, de varias maneras.
En primer lugar, HACER. Hacer, hacer, hacer. Mucho mejor que preparar, estudiar, esperar que baje o suba la temperatura o que sea temporada de patos o de conejos. Y te lo digo porque tengo una enorme tendencia a preparar, a presuponer, a recopilar... y a menudo ha sido una pérdida de tiempo.
Porque cuando te pones a hacer eso tan concienzudo y tan bien preparado, ni es ya la misma situación, ni has acertado necesariamente de entrada con lo que ofreces y con lo que crees que la gente quiere.
En segundo lugar, PROBAR. Testar. Poner en marcha diferentes ideas, recursos, estilos, medios. Ver qué funciona y comprobar por qué funciona. Comprobarlo mientras sigues probando. Preguntártelo mientras sigues haciendo. Haciendo más de lo mismo y más de lo que no es lo mismo.
Uno de los grandes problemas de cualquier emprendimiento con cierta trayectoria es el efecto «yo ya sé». Y lo digo porque a mí, imagino que como a la mayoría, me ha costado y me sigue costando relativizar «lo que sé» para abrirme a «lo que no sé».
La experiencia sirve, por supuesto. Pero para ciertas cosas, hasta cierto punto y cada vez menos por la rapidez de los cambios. La mejor experiencia son los errores. Y no solo para evitarlos. Retomar errores del pasado y replantearlos me ha sido varias veces muy provechoso
Y la experiencia más útil no viene de hacer lo mismo durante mucho tiempo, sino de conocer el comportamiento humano, los mecanismos mentales, el funcionamiento y la evolución de tu sector, de tu nicho; y el curtirnos para mantenernos atentos y saber reaccionar a las señales.
Lo que seguro no funciona es excusarse en factores externos «la crisis», «los precios», «la gente no reconoce lo bueno», «no es el momento»... . Esos factores y condiciones no son el problema. Son la oportunidad, el camino al éxito.
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Ángel González Palenzuela
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