«Siempre se ha hecho así»

EMAIL MARKETING

Hay muchas teorías. Esta es una más, pero que nos viene al pelo para hablar de lo que funciona y lo que no en este mundillo del marketing digital.

En lenguaje llano y condensando la idea, el efecto Lindy asegura que cuanto más tiempo ha existido algo, es más probable que continúe existiendo en el futuro.

Aunque esto tiene validez, no siempre es aplicable en el mundo de los negocios y el marketing. Hay prácticas que han persistido durante décadas simplemente por inercia, no porque sean efectivas. Por ejemplo, durante mucho tiempo, el marketing se centró en la publicidad masiva a través de medios tradicionales como la televisión y la radio.

Estas estrategias eran costosas y no siempre medían el retorno de inversión de manera efectiva. Fue solo con la llegada del marketing digital que las empresas pudieron aprovechar datos precisos y segmentación detallada, revolucionando la forma en que se conectaban con los consumidores.

La insistencia en técnicas tradicionales en el mundo del marketing, como anuncios impresos y correos masivos, es otro ejemplo de resistencia al cambio frente a los mucho más eficaces métodos digitales, como demuestra al auge del marketing digital y las redes sociales. Las empresas que han prosperado son aquellas que han adoptado estrategias más modernas y personalizadas, optimizando el uso de datos y análisis para dirigirse a su público objetivo de manera efectiva.

Otro ejemplo es la resistencia al cambio en el uso de redes sociales. Muchas empresas se mostraron escépticas inicialmente, aferrándose a estrategias tradicionales. Sin embargo, aquellas que adoptaron temprano plataformas como Facebook, Twitter e Instagram lograron una repercusión significativa y un mayor compromiso con sus audiencias.

Finalmente, el retail o comercio minorista es un campo donde la innovación ha sido crucial. Durante décadas, las tiendas físicas fueron la norma, pero con la progresiva (aunque lenta) introducción del comercio electrónico y la venta online se demostró que adaptarse a nuevas tecnologías y modelos de negocio puede llevar a un éxito incomparable, dejando atrás a aquellos que no evolucionaron.

La publicidad de marcas como Coca-Cola y Disney puede parecer un ejemplo de longevidad exitosa bajo el efecto Lindy, pero incluso estas gigantes han tenido que reinventarse constantemente para seguir siendo relevantes.

El ser humano tiene en general dificultad para adaptarse a lo nuevo y a lo que «funciona». La famosa frase de Henry Ford, el gran empresario automovilístico, lo refleja muy bien: «Si le hubiera preguntado a la gente, me habrían pedido caballos más rápidos».

Aunque el efecto Lindy puede ofrecer una perspectiva interesante sobre la durabilidad, también es crucial reconocer que, en el mundo de los negocios y el marketing, la verdadera repercusión viene de hacer las cosas de manera diferente e innovadora.

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