Tu color, mi color

EMPRENDIMIENTO

Un libro: la famosa “vaca púrpura” de Seth Godin. En él se habla de la importancia en los negocios de ser diferente y llamar la atención.

Correcto, no voy a llevarle la contraria a este famoso ejecutivo y autor.

Pero, por puntualizar, es mejor SER una vaca púrpura que PINTAR de púrpura una vaca.

Lo segundo es mejor que nada, porque una vez que llamas la atención puedes poner en valor tu producto o servicio, darte a conocer realmente por lo que eres y ofreces.

Y si tienes la capacidad de no defraudar una vez que has atraído a tu público, miel sobre hojuelas.

Pero, aunque no seas una vaca realmente púrpura o no tengas una que vender, igualmente sigues siendo diferente al resto. Como persona, como equipo humano, como emprendimiento.

No hay otro igual Parecidos seguramente habrá muchos, pero ninguno igual: en ese lugar, con esas características, con tu historia y tu recorrido. Y se trata de poner eso en primer plano. Y además actuar a partir de eso.

«Menuda cosa», podrás decir. «¿A quién le importa mi vida y los problemas que he tenido que pasar, y los que tengo a diario? Y no te digo nada de lo poco que tengo para presumir…».

Pues dicho así, a nadie le importa ni le interesa. Pero ¿y dicho como un relato, como una aventura vital, como un recorrido humano?

A todos nos gustan los cuentos, las historias. Y para que tu relato sea interesante, básicamente solo tienes que contarlo desde la perspectiva de lo que le interesa a tu cliente.

Es decir, el beneficio que aportas y todo lo que haya alrededor de eso. Porque todo producto o servicio viene de algo y lo ha hecho alguien de un modo determinado. A la hora de la verdad, si embargo, es como si muchos se esforzaran por parecerse lo más posible a los demás.

Todos tendemos a seguir pautas establecidas, a decir lo que dicen los demás y de la misma forma en que lo dicen, porque presuponemos que es como hay que hacerlo. A pesar de que sabemos muy bien que lo que sale adelante es justamente lo que se diferencia del resto.

Es mejor ser uno mismo. Mostrar y contar lo que te diferencia y convertirlo en esencia de tu negocio. También sirve si trabajas por cuenta ajena. Para tener una identidad reconocible, lo que ahora se llama «marca personal». Y no hace falta ser un gurú de la comunicación ni dar conferencias en TED.

¿Eres arquitecta, tendero, transportista, psicóloga, médico, dentista, coach, abogado, CEO, COO, CMO, CFO o cualquiera de las muchas siglas que hay? Pues puedes construir tu marca personal.

¿Para qué? Para no ser solo un puesto o una profesión, para ser una persona diferenciada y reconocible con un recorrido profesional y vital.

Entonces no querrán a alguien que encaje en un puesto o realice un trabajo. Querrán que TÚ ocupes un puesto o realices un trabajo.

Contactemos y empieza a comunicar tu marca personal: contacto@potenciatuempresa.com