Clientes cómplices
EMAIL MARKETING
¿Se pueden encontrar buenos libros en un centro comercial? Pues sí, seguro que alguno hay.
¿Y un buen vino en un supermercado, entre las latas de cerveza y las garrafas de agua? Sin duda. Se encuentran muy buenos. Y a buen precio. Si conoces el tema.
También hay bicicletas, herramientas, tecnología, exquisiteces, perfumes, ropa… Y es práctico tenerlo todo en un sitio. Y puedes dar con algún chollo.
Pero si eres, por ejemplo, un amante de los libros, lo que te gusta es ir a una librería de barrio o a un anticuario, hacerte cómplice del librero, que te aconseje, que te escuche y te entienda y sepa lo que buscas mejor que tú. Y el placer de rebuscar a ver si descubres ese libro descatalogado o el regalo ideal para la persona perfecta, con la dedicatoria de un desconocido.
Y si eres amante del vino te gustará lo que hay alrededor del vino. Irás a tu tienda especializada favorita. Y buscarás la ocasión de visitar una bodega, respirar los vapores, ver el proceso y participar en una cata.
Una persona que ama algo, estará encantada de tener un vínculo permanente y de recibir noticias regularmente.
Le encantará que le hablen de las novedades, del panorama general y de los logros, penurias e intimidades del negocio.
A falta de tiempo y medios, ese vínculo puede ser recibir emails regularmente. Emails que hagan a esos amantes de lo tuyo olvidarse de su rutina y zambullirse por un momento en ese lugar placentero.
Si tienes un negocio que te apasiona, sabrás transmitir esa pasión. Y la contagiarás.
Y serás el comercio favorito de muchos clientes muy fieles.
Imagen: Nazarii Yurkov (Unsplash)
Ángel González Palenzuela
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